sábado, 26 de enero de 2013

Huesos - Connor Questa

Sal de mis partes
Mi boca se abre sólo una vez más por vos 
Y caen todas las frases que me conformaban 
Para justificar en vos lo que no hay y nunca ha estado 
Las promesas de un cambio hacelas vos


Miren mi tiempo perdido deseando tus huesos 
Si tus pasos se dan en caminos que nunca haré 
Con tus ojos jamás conseguiste superar tus miembros 
Mis esquemas revueltos por sólo verte aparecer 


Hablo y te callas 
Mis banderas cantan una historia que no sos 
Y estás en mis migrañas 
Me dolés pesando en donde no estás 



Miren mi tiempo perdido deseando tus huesos 
Si tus pasos se dan en caminos que nunca haré 
Con tus ojos jamás conseguiste superar tus miembros 
Mis esquemas revueltos por sólo verte aparecer...

jueves, 3 de enero de 2013

No es casualidad


Son las 3 de la mañana, y sinceramente no me importa que el reloj no marque ese horario.Para mi lo son porque así lo siente mi pecho, mis manos inquietas y mi nariz helada. Odio el  vino  y el humo del cigarrillo, y no es mera coincidencia que sean mis compañeros ésta noche. Hoy dejé muchas cosas de lado a las que ayer me hubiese aferrado. Y es que no me siento como ayer, ¿sabés?. Faltan unos minutos a penas. Quisiera que estés acá conmigo. No es necesario que estés a mi lado justo acá, justo ahora. Si querés, podés estar en la cocina, sentada arriba de la mesada y con la mirada perdida. Yo sería feliz igual, porque sabré que estoy a menos de 15 pasos de tu encuentro si tan sólo quisiera acercarme. Me conformaría con eso.


(Es tarde y todavía no me canso de engañarme)


Hace un rato escuché en la radio que  para los taurinos hoy sería un día de revelaciones, y que siguen avanzando con los descubrimientos de agua en Marte. Conociéndote, a esto último responderías con una sonrisa y te limitarías a decir: "es que nadie se da cuenta de que no quieren ser descubiertos",prenderías el televisor y te irías a comprar un kilo de mandarinas a la verdulería de la esquina. Con respecto a lo de los taurinos, debo admitir que me esperanzó bastante. Sí, ya lo sé,ni vos ni yo somos de tauro, pero ¿es que acaso ellos no sienten el frío o no se molestan si se golpean el dedo meñique del pie contra un mueble? ¿qué diferencia hay entre ellos y nosotros? ¿que diferencia hay entre vos y yo? Y sobre todo, ¿por qué hoy no estás cerca mío?


No lo sé. Quiero pensar que al sonar el despertador sucederá de repente un impacto cósmico y sideral y, acto siguiente, estaremos compartiendo la misma sábana,como esa noche de tanto frío. La otra vez recordé cuando se te cayó la cabeza de tanto reír.

No lo sé. Te extraño. Es extraño.

Cada vez falta menos. Recuerdos que protagonizás o secundarizás se me pasan por la cabeza como vagones de un tren que viaja áspero y despreocupado por las montañas. Mis montañas no están muy firmes y a la mera conciencia de tu nombre el derrumbe se hace inevitable. No debería estar acá. Quizás vos tampoco, y es por eso que no estás. Contaré hasta seis y voy a tomar por tu persona. Intentaré no llorar. No te puedo prometer nada. Quizás vos tampoco, y es por eso que no estás acá.

Sólo restan diez. Me siento absurda, algo lunática, un poco somnolienta y un tanto paranoica. Te juro que en mis pupilas cabrían veintitrés lunas. Tengo miedo de apagar la luz porque temo no aparecer, o aún peor, seguir estando tal como estaba antes. Tengo los anteojos sucios y dos agujeros en la media de mi pie izquierdo. 


Me pongo a pensar cosas en las que piensan esas personas que comienzan a sentir que se 

vuelven locas al extrañar a alguien (y me causa mucha gracia, porque me había dicho que eso a mí no me sucedería). ¿Qué estarás haciendo justo en este momento? ¿Habrás pensado hoy al menos un tercio de lo que yo pensé en vos? ¿Dónde estarás? ¿Cuál será el ritmo de tu respiración actual? (Eso, y otras locuras).

 Último minuto. Me queda el último cigarrillo. El vaso de vino me mira con piedad. Y yo lo veo. Me gustaría ver tu reflejo en el vidrio.


 No sé. Te quiero...